Entradas populares

jueves, 8 de septiembre de 2011

Aunque duela un recuerdo,

Es asombrosa la capacidad que tenemos de hacernos creer a nosotros mismos que algo ha sido olvidado. De dejar de sentir, de hacer como si no existiese, como si nunca hubiese habido nada. La capacidad de convencernos a nosotros mismos de que ya no pensamos en ello, de que si estuvo lo hizo en un pasado, que el presente se construye con los recuerdos pero nunca se vive de ellos. Porque siempre vamos a lo fácil, a lo que no requiere esfuerzo ni trabajo. Somos capaces de dejar ir aquello que nunca hubiésemos dejado marchar. Pero es así, te convences de que vas olvidando. Es la capacidad de engañarse a uno mismo creyendo que todo va bien. Hasta que te das cuenta de que no es cuestión de olvidar, se trata de descubrir cosas nuevas, conocer aquello que desconocíamos, dejar entrar en nuestras vidas lo que nunca habíamos pensado que la podría llegar a cambiar. Porque hay cosas que nosotros mismos no somos capaces de hacer. Y olvidar cuando uno quiere y porque sí, es una de ellas.
El olvido de alguien o algo no se trata de una idea, sino de un pensamiento ligado a un sentimiento. Hay que darle tiempo, dejar que vengan cosas nuevas, para que aquello que tratas de borrar no se pierda en el olvido sin mas, sino que se convierta en un recuerdo, de esos que, cuando pasan por tu mente, no te duele recordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario