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lunes, 2 de abril de 2012
susurrarte al oído, lo mejor de mi vida eres tu
Esto no sirve de nada si tenemos fecha de caducidad. Lo bonito del amor es vivirlo, no planearlo, ni siquiera recordarlo. El amor es espontáneo, aparece sin más. Y cuando se va.. cuando se va duele. Y por mucho que tratemos de evitarlo, sufriremos. Pero hoy por hoy, contigo, tan solo quiero escaparme del mundo, irnos a Júpiter quizás. Ver cada amanecer y cada atardecer. Besar cada centímetro de tu cuerpo y recorrerlo con la punta de los dedos. Que las películas románticas sean sosas al lado de cualquiera de nuestros planes. Hacer puenting, paracaidísimo y esas cosas peligorsas para subir el nivel de adrenalina. Hacer todas y cada una de las cosas que digan nuestras canciones. Vivir todo lo que podamos y más, porque créeme que como yo, ninguna.
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Hagamos un pacto. Yo te daré todo lo que me pidas: un paseo romántico a la luz de la luna, una cena en el restaurante más caro de la ciudad, un viaje interminable a cualquier ciudad del mundo, un desayuno en la cama el día de tu cumpleaños, un detalle bonito cada vez que cumplamos meses juntos, una mirada de celos cada vez que te quedes prendido de alguna rubia de cuerpo impresionante, un sincero "lo siento" para hacer las paces cuando discutamos por cualquier estupidez, una sonrisa cada vez que me la pidas, unas palabras cursis y empalagosas cuando lo necesites, una tarde libre para que cada uno haga lo que más le apetece, que veamos juntos el fútbol a cambio de una película romántica, una tarde de invierno tapados con una manta hasta la nariz, una calurosa tarde de verano haciendo surf o cualquier otra cosa, una tarde de otoño caminando por el bosque dandole patada a todas las montañas de hojas, una tarde de primavera recogiendo flores para adornar el salón, un polvo de reconciliación o cada vez que nos apetezca. A cambio solo te pido una cosa: no me hagas daño.
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